Un italiano, un argentino y un español Iban por el desierto, cuando de repente el español dice:
-Dios, ayúdanos por favor.
y así fue,Dios apareció y a cada uno les concedió un deseo,pero para eso debían de hacer una cosa,Dios se lo explicó de la siguiente forma:
-¿Véis aquella colina?Subid por ahí y gritad el deseo que queráis pedir.
Y así lo hicieron,el italiano se tiró de la colina y gritó:
-¡Aguaa!- y así fue, le cayó un montón de agua.
El argentino fue y grito:
-¡Comidaaa!-,y así fue le cayó un montón de comida.
Y, ahora,el turno del español.
Se disponía a gritar :¡Oroo!, pero el español se tropezó y dijo:
-¡Mierdaaa!-, y así fue , le calló un montón de mierda.
CARLOS ROSA SEVILLANO